viernes, septiembre 16

Creciendo, siempre.

Volví a ver esas cosas que hace un tiempo largo me hacían llorar y hundirme en melancolía... Pero esta vez sonreí, me reí con las cosas escritas acordándome de lo bueno con felicidad y sin ningún arrepentimiento.
Eso es crecer, eso es madurar, eso es aprender a sacar las cosas buenas de todo lo que se vive. Porque eso es lo que valió y vale la pena recordar. Las cosas no se olvidan, nunca quise olvidar nada porque no se lo merecía. ¿Qué sentido tenía haberlo vivido entonces? Ninguno. Pero sí tenía que ser superado para seguir adelante. Y así fue.
Todo pasa (y no) por alguna razón, y la vida me lo demuestra día a día. Porque eso que tanto dolió, eso que tanto quise evitar, me hizo crecer como nunca y darme cuenta de que si yo quiero puedo salir adelante. Que tengo las amigas con las que puedo contar, una familia excelente y la fuerza de voluntad necesaria. Me gusta mucho sentir eso, sentir que de a poquito fui superándome. Demostrándome que podía darme otra oportunidad, que siempre me la puedo dar y depende mucho, muuuucho de mi. Demostrándome que otra vez puedo sentir "eso". Otra vez di vueltas, otra vez di dolores de cabeza pero que al fin y al cabo, con mucha paciencia por la otra parte terminaron en "eso" arriesgándome, probando. Y ahora estoy viviendo cosas nuevas, teniendo nuevos momentos pensando en "mirá lo que me perdía" si no me arriesgaba. Estoy más grande, mas seria en algunas cosas, pero en el fondo siempre, siempre igual. La misma de siempre.
Así que puedo decir que estoy orgullosa. Orgullosa por demostrarme que me quiero lo necesario como para buscar ser feliz con esas cosas mías, esas chiquitas cosas que me hacen muy feliz con poco y así abrirme, y así conocer nueva gente, y así estar como estoy ahora...
Creciendo, siempre.

No hay comentarios: